¿Cuál es mi tipo de piel?

¿Cuál es mi tipo de piel?

Antes de todo tienes que tener en claro que no somos un tipo de piel, si no, que en un momento determinado de nuestras vidas tenemos un tipo específico. Ésta pasa por varias etapas durante toda tu vida. Es importante estar siempre evaluando su condición, especialmente si has tenido algún cambio importante ya sea embarazo, un cambio de tipo de clima, etc.

Si no sabes qué tipo de piel eres limpia tu rostro con un limpiador en base a agua y luego dúchate, seca tu rostro con una toalla y sin aplicar ningún producto evalúa cómo sientes tu piel. Luego de 40-60 minutos mírate al espejo. Si la sientes tirante e incómoda y la ves opaca, es probable que tengas piel seca Si ves brillo en toda la cara, es probable que tengas la piel grasa Si ves brillo en la zona T (mentón, nariz y frente) y la sientes seca en las mejillas, tienes piel mixta Si no sientes la piel tirante ni exceso de brillo, tienes piel normal

¡Importante! Al momento de categorizar los tipos de piel se realizan en base a la producción de sebo, no de hidratación. Se puede tener la piel grasa, pero al mismo tiempo estar deshidratada ya que, es ese caso, la piel tiene exceso de sebo, pero está deshidratada por debajo. Por eso, la hidratación es sumamente importante para todos los tipos de piel y edades.

  • Piel seca:

Es un tipo de piel que produce menos sebo (grasa) que la piel normal. Como consecuencia de la falta de sebo, la piel seca carece de lípidos que necesita para retener humedad y formar un escudo protector frente a influencias externas. Este tipo de piel genera sensación de tirantez, piel sin luminosidad, con tendencia a agrietarse, rojez, irritación y en algunos casos, picor. Tiende a ser un tipo de piel más sensible y delgada, por ende, elige productos con propiedades calmantes. Debido a la poca elasticidad es más propensa a desarrollar líneas de expresión y arrugas de forma prematura. Para este tipo de piel necesitarás una hidratación profunda. Utiliza limpiadores que contengan aceites naturales o productos grasos, productos sin alcohol y productos con activos reafirmantes. Es importante que cuides el contorno de tus ojos ya que tienen de tener más flacidez que otros tipos de piel.

Piel grasa

La piel grasa se caracteriza por una producción excesiva de sebo. Además, es un tipo de piel propensa a al acné, con exceso de brillo y propensa a la aparición de puntos negros o blancos. Por la cantidad de sebo que produce este tipo de piel los poros están dilatados, por lo tanto, son más agrandados y visibles. Lo bueno de este tipo de piel es que tiende a envejecer más lentamente y es más tolerante a productos o factores externos.  Uno de los errores más graves que se cometen es usar productos sin nada de grasas ni aceites, por miedo de quedar con más brillo o irritar el acné. La realidad es que usar productos tan “secos” le señala a tu piel que algo está malo, y ésta comenzará a producir aún más sebo para tratar de compensar la falta de grasa e hidratación. Por lo tanto, es recomendable usar productos hidratantes, de textura ligera y de rápida absorción, que contengan ingredientes para combatir el acné y que exfolien tu piel.

  • Piel mixta:

Como ya sabemos, la piel grasa tiene un exceso de sebo y la seca una severa disminución de éste. En el caso del tipo de piel mixta se encuentran los dos tipos y se manifiestan principalmente en la zona T del rostro, presentando brillo y sebo. Además de presentar sequedad en mejillas con una sensación de tirantez y de parches secos. Debido a las características de la piel mixta, los productos para hidratarla y protegerla tienen que ser específicos.  Es recomendable usar productos de textura ligera en todo el rostro y una crema con humectación profunda en mejillas. En caso de presentar acné usa tratamientos localizados para la disminución de granitos.

  • Piel normal:

Es una piel que se encuentra equilibrada al no ser ni demasiado grasa ni demasiado seca. Tiene poros finos, buena circulación sanguínea, textura aterciopelada suave y lisa, no es sensible ni se irrita fácilmente. Si tu piel es normal ¡no la descuides! Ya que puedes que no sea así por siempre. Elige productos hidratantes y antioxidantes para mantener tu piel firme y elástica. Recuerda exfoliar, aunque sea 1 vez a la semana para eliminar células muertas y promover la renovación celular mejorando tu calidad de piel.

  • Piel sensible:

Uno puede tener piel sensible aparte de cualquier otro tipo. Esta piel se caracteriza por ser muy perceptible a los rayos del sol, al frío, al viento, etc.  Este tipo de piel puede presentar rojez, irritación, descamación o sequedad excesiva. Es importante que evites alcoholes, fragancias o colorantes artificiales que puedan llegar a irritar tu piel. Para mejorar este tipo de piel es recomendable usar humectantes que mejoren la barrera protectora de tu piel como lo es el ácido hialurónico, además de usar calmantes como el aloe vera y ceramidas las cuales restauran la barrera lipídica de la piel. Estos lípidos son como el “cemento” para los “ladrillos” celulares, proporcionando estabilidad y permeabilidad, regulando los líquidos, manteniendo la elasticidad y la firmeza.

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